Ya son 3 ediciones del taller (im)perfectamente soltera, donde nos reunimos un grupo de mujeres a hablar sobre sus vivencias al rededor de la soltería. Después de 8 horas de trabajo, de compartirnos y encontrarnos en las otras desde las coincidencias y las diferencias, creamos un manifiesto, como una manera de decir al mundo lo que ellas creen que es la soltería desde su propia experiencia y no desde las ideas prejuiciadas que circulan en nuestra sociedad. Sin más preámbulo ¡va el 3er manifiesto!
Desde nuestras propias historias de vida y desde las historias compartidas en este grupo, como mujeres solteras proclamamos que:
Somos felices como las mujeres que hemos llegado a construir; y nos mostramos al mundo desde la seguridad, la convicción y la libertad elegida.
A partir de nuestras diversas vivencias sabemos que -en tanto humanas- somos vulnerables, pero no por ello menos fuertes o sin fortaleza. Por eso, llevamos nuestros procesos desde el autocuidado, donde hemos aprendido a escucharnos y a ser compasivas y empáticas con nosotras mismas.
No tenemos que convencer a nadie de que “siempre podemos”.
Entendemos que tenemos derecho a vivir nuestras contradicciones.
La soltería no es lo que ha impuesto la sociedad, ésta ha sido estigmatizada y, por el contrario, nosotras hemos visto que nos enseña a vivir nuevas y mejores cosas, e incluso nos aleja de conductas que nos hacen daño.
La soltería nos ha invitado a encontrar otras formas para relacionarnos y a romper nuestros propios límites.
Queremos romper el paradigma de que las mujeres “somos” o “debemos ser” elegidas por alguien más y que somos dependientes. Por el contrario, queremos transmitir que nuestra capacidad de agencia (decidir y actuar para lograr lo que queremos) depende de nosotras mismas y no en función de alguien más.
Como mujeres solteras, ejercemos libremente nuestra sexualidad y queremos que eso sea respetado.
La soltería no es una cuestión de edad. Puede ser por circunstancia y también por convicción. Y, en nuestro caso, exigimos respeto por nuestras decisiones y por elegir estar solteras.
Nadie más sabe lo que necesitamos, por tanto no necesitamos que busquen e insistan hacernos cambiar de decisión o “ayudarnos” a dejar la soltería.
Manifestamos que ser o estar “soltera” no significa estar sola y que es valioso y enriquecedor resignificar otros vínculos que también nos acompañan en la vida.
Nuestra soltería no implica que seamos una carga y que “debamos ser cuidadas”. Eso no limita que valoramos el acompañamiento de otras personas que sea respetuoso con nuestra autonomía.
Queremos construir espacios seguros, en los cuales nuestras vivencias les sean útiles a otras mujeres que han vivido lo mismo, o que estén en el proceso de entender y convivir con la soltería.
La soltería colectiva nos enriquece porque es importante encontrar voces con las cuales resonemos. Nos proponemos descubrir nuevos círculos, crear nuevas redes de mujeres en cuyos procesos nos sintamos identificadas.
Adriana Bautista
Itzel Lozada
Miriam N. Hdez. Calderón
Patricia Curiel
Ciudad de México a 11 de marzo de 2023
